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Descubre el proyecto “For A Film”, de Gonçalo Abrantes.
El Conservatorio de Música de Lisboa, el coro Gulbenkian, una banda que ha actuado en el Super Bock Super Rock, y un curso de cine, son algunos de los pasos que Gonçalo Abrantes ya ha dado en el transcurso de su vida artística. El joven portugués, que actualmente reside en Londres, ha hablado esta semana con nosotros sobre su más reciente proyecto, “For A Film”, donde se unen música y fotografía, ¡y hemos querido compartirlo con todos vosotros!
Para comenzar ¿puedes explicarnos qué es el proyecto “For A Film”?
“For A Film” es un proyecto que consiste en hacer bandas sonoras para fotografías ¡tan simple como eso! Se llama “For A Film” un poco irónicamente, ya que estamos acostumbrados a pensar automáticamente que una banda sonora es para una película. Y la pregunta es: ¿Por qué? ¿Por qué no expandir la música como soporte para otros formatos?”. Y en este caso, mi intención es transformar estas fotografías que me envían en pequeñas historias con universos sonoros propios. En internet tengo una web y una página de Facebook donde la gente puede compartir sus mejores fotos, escuchar el trabajo ya realizado, dejar su opinión ¡o incluso votar por la próxima fotografía a la que le se pondrá banda sonora!
¿Cómo se te ocurrió esta idea? ¿Cuáles han sido las principales dificultades a las que has tenido que hacer frente?
¡Fui consciente de cómo había surgido la idea después que la propia idea hubiera surgido! En aquel entonces no me planteé el por qué ni el potencial que tenía, ni tan siquiera si era una idea, como todo el mundo me ha dicho, realmente original. Sólo más tarde, cuando me plantearon esta misma pregunta, fue cuando reflexioné sobre el asunto y me di cuenta de por qué se me había ocurrido esta idea. En aquellos momentos vivía con una compañera de piso fotógrafa de profesión, en una ocasión me mostró uno de sus trabajos que consistía en tomar todos los día, durante un año, una fotografía del cuarto donde vivía; parece simple, pero la forma en la que estaba hecho, casi como si fuera un periódico, con semanas en blanco, con periodos buenos y malos, era realmente bonito y me marcó más de lo esperado. Uno o dos día después, estando en casa de mis padres, me senté al piano (como siempre hago) y pensando en aquel trabajo fotográfico, en aquel conjunto de imágenes que casi se movían solas, comencé a tocar una melodía, al final salió una de las cosas más bonitas que he hecho nunca. Así pues, en ese momento pensé “¿por qué no hacer música para fotografía?” y decidí aceptar mi propio reto.
No he tenido muchas dificultades y ha sido una experiencia fantástica para mí como compositor porque son las propias fotografías las que me sugieren cosas, inspiradoras, en las que no había pensado antes para escribir una pieza musical. Así, termino haciendo música que no habría hecho nunca sin tener el soporte visual ofrecido por el público. Creo que la principal dificultad está todavía por venir; ahora el proyecto es muy reciente, especialmente en el soporte online, y aún no he recibido muchas imágenes por lo que me ha sido fácil poder gestionarlo a nivel tiempo, pero si va siendo cada vez más conocido y empiezo a recibir imágenes diariamente, seguramente voy a tener que comenzar a hacer una preselección para poder organizarme ¡o contratar a un equipo de compositores!
"The Aquarium", pieza musical compuesta por Gonçalo Abrantes para esta foto.
¿De qué forma crees que la música puede enriquecer una imagen? ¿Piensas que la imaginación de quien ve la fotografía se libera aún más o que, por el contrario, el hecho de asociarla directamente a una melodía, la restringe?
Tal vez ocurra una mezcla de las dos cosas. Creo que primero libera, en el sentido de que una persona no podría imaginar a priori una historia o algo más, diferente a la propia imagen que sugiere la foto, sólo con mirarla. Por supuesto hay mucha gente, especialmente la entendida en fotografía, que lo hará de inmediato, pero de cualquier manera, un acorde, una canción, o una melodía no nos dice exactamente qué imaginar. Nos puede sugerir alegría, tristeza, miedo, sencillez, algo más épico, etc... Pero ¿os habéis fijado en el abanico de posibilidades que hay incluso dentro de cada una de estas características? Por otro lado, no deja de ser un amplio espacio con innumerables puertas, un espacio sugerido tal vez, pero donde las puertas son de cada uno.
Háblanos un poco de ti ¿puedes contarnos cuándo surgió tu pasión por la música, y comentarnos brevemente los pasos profesionales que has dado en este sector?
Bueno, empecé a apasionarme por la música más o menos a los nueve años, que fue cuando comencé a estudiar música en serio. A esas alturas también empecé a tocar el clarinete, y tres años más tarde lo dejé para cambiarlo por el piano, que era el instrumente que siempre había querido aprender a tocar (aún hoy cargo con las culpas de haber destrozado el piano de mi abuela, el cual, según ella, aporreaba insistentemente). Unos cuantos años más tarde terminé mi formación musical en el conservatorio, y además fui a un curso de composición en la Escuela Superior de Música, que, por razones estilísticas y de opinión, acabé dejando. Por aquel entonces, también me presenté al Coro Gulbenkian, donde he estado hasta este verano, completando casi diez años con ellos de manera ininterrumpida. Durante ese periodo participé en dos musicales, di clases de música a niños y me forjé una carrera muy interesante con mi banda, Soapbox, con la que ganamos el premio “preload” de SBSR en 2009, además del premio Worten a la mejor banda y la grabación de un álbum que, desgraciadamente, nunca llegó a ver la luz. En los últimos años he colaborado también con varias productoras como productor de jingles para publicidad en Portugal. Actualmente estoy en Londres ya que he ganado una beca para realizar el máster del curso “Composing for Moving Images”, impartido en la City University London.
Sabemos que también has estudiado Cine ¿Es un interés que surge unido a la música, o es otra pasión completamente distinta?
La verdad es que fue interés que surgió en contraposición a la música. Justo cuando dejé el curso de composición, me planteé hacer algo diferente. Y sí, el cine era mi segunda pasión. Mi interés por el cine unido a la música fue creciendo significativamente a lo largo del curso; comencé haciendo la música que me pedían mis compañeros para este o aquel trabajo, y al final del curso ya lo hacía para casi todos los compañeros, fue ahí cuando me di cuenta del placer que me producía unir la objetividad de la imagen con las emociones más abstractas de la música. Es increíble lo que la música puede hacer a la grabación de una cena, positiva o negativamente. Unos simples acordes pueden transformar todo el sentido de una cena y destruir por completo la visión del realizador. Tener ese poder en las manos es increíble y puede ser usado de manera que la imagen sea inconscientemente capaz de tocar nuestros puntos clave.
¿Cómo ves el estado actual de las artes en Portugal? ¿Crees que falta calidad artística, falta interés por parte del público…?
La verdad es que yo me he ido a Londres, y si no hubiera ganado la beca, me habría ido de igual manera. La vida artística en Portugal va por la calle de la amargura y no tiene nada que ver con la falta de calidad artística ni con el desinterés del público. Buenos artistas hay, como siempre ha habido, y el interés del público es el mismo de antes; son todos los factores económicos exteriores los que influencian el mundo del arte. ¡Los artistas realmente buenos no tienen cómo mostrar su trabajo! No consiguen exportar, grabar, editar, o lo que sea que necesiten, por el miedo que tienen aquellos que integran “la élite” en invertir en cosas inciertas. El público a su vez, como todo el mundo sabe, no tiene la posibilidad de comprar, no consume arte con regularidad y, lo que es más grave, muchas veces no se les da siquiera la oportunidad de hacerlo; el público consume aquello que se le da y con eso se instruye. Siento que nunca se ha hecho ningún esfuerzo concreto para culturizar a la población. Aquí en Londres tampoco es fácil, pero en el sentido contrario, aquí viene toda gente en busca de una oportunidad, de hacerse ver y mostrar lo que tiene para ofrecer; hay una oferta cultural en cada esquina, pero al menos la hay, y eso nos hace creer que nos será posible desarrollar nuestro trabajo.
¿Cuáles son tus objetivos para “For A Film”? ¿Y a nivel profesional?
Mi objetivo principal para “For A Film”, a medio plazo, sería hacer una exposición aquí en Londres, con el trabajo de los participantes y mi música. Una sala oscura, por ejemplo, con pantallas y un par de auriculares asociados a cada una. Es una idea que me cautiva por su sencillez y que me gustaría mantener así de simple.
A nivel profesional, quiero acabar el máster con éxito y buscar trabajo en el mundo de la música para el cine, es un desafío diferente pero que siempre me fascinó. Además de esto, no quiero dejar de lado el canto, ya sea en un coro o como vocalista de una banda, puesto que también pretendo continuar desarrollando mis propias canciones como siempre he hecho, y tal vez buscar un nuevo proyecto musical aquí por tierras de Su Majestad.
Web: http://www.forafilmproject.com/
Página de Facebook: https://www.facebook.com/forafilm
Soundcloud: https://soundcloud.com/forafilmproject
